Entrevista a Paula, CEO & Founder de @microgreenspirulina
U: Nos encanta este proyecto porque trabaja transversalmente en tres ámbitos: cooperación, investigación y consumo.
Cuéntanos Paula como surge la idea de la producción y venta de espirulina en ramas crujientes y cómo puede este superalimento combatir la desnutrición en poblaciones subalimentadas.
P: La idea de ofrecer en Canarias una espirulina de calidad, surge en Francia. Trabajé allí durante dos años en varios proyectos de investigación sobre cultivo ecológico de espirulina y en una microfarm 100% autónoma energéticamente. Es allí donde conocí, este formato en ramas crujientes, que conserva más y mejor las propiedades nutricionales de la espirulina, gracias a su baja superficie de oxidación y a su secado a baja temperatura.
La espirulina ha sido catalogada por la ONU desde 1970, como el mejor alimento para el futuro, tanto es así, que las Naciones Unidas, tiene una institución destinada exclusivamente a combatir la desnutrición gracias a la espirulina, el IIMSAM.
La espirulina es el alimento más rico en hierro y en promitavina A, y el déficit de estos dos nutrientes representa el 50% de mortalidad en los países con fuertes tasas de desnutrición. En su cultivo se necesita poca agua, se puede cultivar en condiciones donde otros cultivos fracasan y se puede utilizar para empoderar a los pueblos con más dificultades.
U: Esta vertiente más consciente y consecuente con el mundo y las desigualdades surge a raíz de haber entrado en contacto con otras culturas a lo largo de tus viajes. Cuéntanos en qué proyectos de Cooperación Internacional has estado y cómo estos han podido cambiar tu perspectiva.
P: La primera vez que trabajé con la espirulina en un contexto internacional y de cooperación fue en el 2011, en la región de Petit Goave, en Haití. Visité la región para reunirme con la ONG local y los agricultores 7 meses después del devastador terremoto. Fue una experiencia muy dura y a la vez maravillosa. El problema de deforestación y de hambruna que sufría Haití era terrible.
Sin duda, el cultivo de espirulina, era una de las opciones más viables para ayudar a la comunidad haitiana: producción del alimento más denso en nutrientes actualmente conocido, no requería de suelo fértil y generaba economía sostenible en la comunidad.
Posteriormente, durante mi estancia en Francia, fui Presidenta de la Asociación Universlavie, que tiene como objetivo combatir la desnutrición gracias a la espirulina y a la promoción de sus beneficios en estas comunidades gracias al arte y a la cultura.
Coordiné el proyecto Spiruline Sahara’oui, en el que trabajábamos para combatir la anemia en mujeres en el Campamento de Refugiados Saharaui.
«El paso por el campamento de refugiados, me hizo cambiar mucho la perspectiva sobre la cooperación internacional. Y descubrí en primera persona los grandes intereses farmacéuticos que existen en la ayuda humanitaria, una gran decepción.»
U: En un contexto convulso y en un mundo hiperglobalizado parece que se ponen de manifiesto (¡por fin!) prácticas saludables como el consumo responsable o la alimentación consciente.
¿Qué nos cuentan y qué realmente debemos saber según tu criterio acerca de la alimentación consciente?
P: Una alimentación consciente, en mi opinión, tiene que ver con la salud individual y colectiva. Conocer cómo se genera o cómo se produce ese alimento, los nutrientes que nos aporta y los beneficios o consecuencias en nuestra salud y bienestar, los residuos e impacto ambiental que genera su consumo, etc.
Se trata de tener en cuenta la repercusión que tienen nuestras decisiones en nuestra salud y las consecuencias en cada una de las etapas de producción y de consumo en la salud del planeta. Es considerar la alimentación desde un punto de vista más integral. Es verla como una pequeña revolución hacia un mundo más justo, ético y sostenible.
Probablemente sea de las pocas acciones en nuestras vidas que tienen tanto impacto directo y de peso.
U: Estos nuevos comportamientos tildados de “tendencia” en los que el capitalismo ve otra fuente de ingresos pueden verse envueltos en juicios de valor basados en el escepticismo.
¿Crees que el hecho de que los seres humanos no ejerzamos reflexión en torno a todo lo que leemos nos hace desconocer total y absolutamente lo que significa una buena nutrición?
P: Vivimos en un sistema capitalista, en mi opinión, si no compartimos sus valores, tenemos dos alternativas: o salir del sistema o intentar cambiarlo desde dentro. Ofrecer alternativas que desplacen poco a poco sistemas de producción cada vez más deshumanizados que están dañando gravemente nuestra salud y la del planeta ojalá que siempre fueran «tendencia».
«¿Escepticismo sobre unos beneficios respaldados por la comunidad científica y que podemos comprobar nosotros mismos? Hay negacionistas siempre, pero cada vez son más los que se basan en el sentido común.»
Leer, informase y reflexionar es sin duda fundamental para dar el paso hacia una alimentación más sana y consciente.
Es difícil romper viejos patrones, pero todo solo empezar, y sin duda, merece muchísimo la pena.
U: Nos viene a la cabeza el ejemplo de las bayas de Goji y como lo que comenzó siendo una fiebre (se ha llegado a decir que alargan la vida) se convirtieron en las más denostadas debido a sus posibles contraindicaciones. En el caso de la espirulina se ha llegado a decir que puede ser tóxica si consumes en exceso. Explícanos en qué consiste esta afirmación y si está fundamentada.
P: La espirulina es considerada un nutracéutico, un alimento con beneficios terapéuticos.
«Pero sigue siendo un alimento, no un medicamento.»
En este caso, las dosis diarias recomendadas se establecen en función a su aporte de nutrientes y a nuestras necesidades. Se recomienda de 3 a 9 gramos de espirulina seca al día, es decir, de una a 3 cucharaditas de espirulina en rama.
Podría ser tóxica en el caso que no sea una espirulina de calidad, con su adecuado control microbiológico de metales pesados y de microcistinas.
U: ¿Es recomendable su consumo para todo el mundo?
P: Sí, excepto para las personas que no pueden metabolizar las proteínas y las que tienen un exceso de hierro en sangre.
U: ¿Cuál es el perfil nutricional de este superalimento?
P: Es uno de los alimentos más densos en nutrientes actualmente conocido. El más rico en proteínas (3 veces más que la carne), el más rico en hierro y en beta caroteno.
Además de ser un completísimo ultivitamínico natural, posee una fuerte actividad antioxidante y antinflamatoria, debido principalmente a la presencia de un exclusivo pigmento, la ficocianina, conocido como el oro azul.
U: La presencia por ocupación de la mujer en profesiones como química, matemáticas, física o biología es de un 45,9%, una cifra bastante equitativa con respecto a otras profesiones, pero, bajo tu opinión: ¿existen las mismas oportunidades de proyección dentro de tu profesión independientemente del género?
P: Hasta hoy, personalmente considero que he tenido las mismas oportunidades, pero si las circunstancias hubieran sido diferentes, por ejemplo, si hubiera formado una familia, sé que hubiera sido imposible sacar mi empresa adelante por las características de la misma.
Es mucho más difícil para una mujer ejercer una profesión independiente que para un hombre, en ciertos ciclos de la vida. El periodo de embarazo, parto, lactancia, primeros cuidados, lo tiene que hacer por fisiología sí o sí una mujer y tener que tomar la decisión de elegir si formar una familia o de estar al mando de tu empresa o proyecto de vida, no me parece justo.
U: En el 2014, Marta I. González recogía en un artículo lo que denominó como el ‘efecto Mateo’ en la ciencia. Esto se aplica al prestigio social del que goza un investigador con una trayectoria reseñable y que, en muchos casos, impide crecer a otros estudiosos de la materia cuyos trabajos se ven infravalorados frente a las aportaciones del científico más influyente.
Si la antagonista es una mujer, el efecto es exponencial, de manera que ocurre lo que denomina “efecto Matilda”: el trabajo y los logros de una mujer científica se atribuyen frecuentemente a colegas masculinos.
Es el ejemplo de Rosalind Franklin que no recibió ningún reconocimiento por su papel fundamental en el descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN, ni Lise Meitner por su papel en el descubrimiento de la fisión nuclear, así como tampoco la mayoría de nosotras y nosotros no conoce a Ada Lovelace a pesar de ser una gran matemática, informática y escritora, ni a Gabriela Morreale, precursora de la endocrinología moderna.
¿Alguna vez crees que se ha antepuesto el género para valorar la credibilidad de tu trabajo?
P: Desde mi experiencia personal, agradezco muchísimo nunca haber sentido que la credibilidad de mi trabajo depende o no de mi género. Me puedo imaginar la sensación de injusticia y frustración que han sentido estas mujeres que han aportado tanto para la humanidad a lo largo de la historia.
U: Por último, Paula, nos gustaría que nos recomendaras alguna lectura que te haya inspirado a lo largo de tu vida personal y profesional.
P: Lecturas, muchísimas. A nivel personal me gustó mucho Ensayo sobre la ceguera y Los Papalagi, el primer documento antiglobalización de la historia de la humanidad.
A nivel profesional tengo una extensa biblioteca sobre la espirulina, tanto sobre alternativas y métodos de cultivo como sobre sus beneficios nutricionales y terapéuticos. Desde libros, tesis doctorales, planes de viabilidad, memorias de proyectos, guías técnicas…Tengo especial cariño a La spiruline pour tous, un libro ilustrado que escribió mi jefe de Francia, mientras recorría el mundo estudiando la espirulina en su estado natural.
Me han inspirado numerosos libros, pero sobre todo, conversaciones, paisajes, culturas y situaciones.
«La vida en sí, es inspiración.»
Fuente: unbenannt.shop.