Ejercicios de meditación en la playa
La playa es un lugar maravilloso para meditar, porque ofrece contacto directo con la energía vital de la Madre Naturaleza, y sus sensaciones suaves pero poderosas nos recuerdan el poder de la simplicidad. El sol, el viento, el agua y la arena no son complicados y no tienen que esforzarse para afectar el cambio. Ellos simplemente son. Son poderosos debido a su naturaleza inherente, al igual que los humanos cuando aprendemos a establecernos y simplificar las cosas.
Si deseas participar en la práctica de meditación y meditar en la playa donde la energía de la fuente es abundante, considera los siguientes ejercicios de meditación en la playa para ayudarte a comenzar una práctica diaria.
Meditación con imágenes
Para este ejercicio de meditación, puedes aprovechar las imágenes que ves a tu alrededor cuando te sientas en la playa, o puedes imaginar que se ve un poco diferente en tu mente. Siéntate con las piernas cruzadas sobre la arena y deja caer las manos a los lados para que descansen sobre la arena. Respira profundamente por la nariz, mantenlo así hasta contar hasta tres y luego déjalo salir por la boca.
Cierra tus ojos. Permítete imaginar la playa como te parece más hermosa. Imagina la arena debajo de tuyo, el agua frente a tí, el cielo arriba e incluso la vida silvestre y las personas a tu alrededor. Evoca la imagen de las experiencias de playa perfectas que hayas tenido en el pasado. Mientras lo haces, permítete escuchar los sonidos a tu alrededor o inventa sonidos ideales de playa en tu mente.
La clave es tomar el espacio donde te encuentras y aprender a recibir de él exactamente lo que deseas. Medita en tu entorno de playa durante cinco minutos. Permítete relajarte y apreciar la belleza de nuestro planeta.
Juegos con la arena
Jugar con arena no es solo para niños. Es una buena manera de reducir la velocidad y conectarse con el mundo natural, y permitirnos apreciar lo que nos ha precedido y la suerte que tenemos de estar aquí ahora.
Para practicar meditación en la arena, ve a la playa y acomódate donde te sientas más cómodo. Quítate los zapatos y siéntate con los pies clavados en la arena. Reúne arena húmeda o seca en tus manos y observe los granos de cerca. Comienza a pensar en cuánto tiempo ha estado esa arena en la Tierra, por lo que ha pasado y qué hermosa es.
Concéntrate en lo adaptable que es. Siéntela en tus manos y luego establece la conexión entre esta sustancia natural y tu propia naturaleza hermosa. También eres de la tierra, capaz de adaptarte bajo estrés, útil para otra persona y absolutamente hermosa. Siéntate y disfruta de la arena todo el tiempo que necesites para llegar a un lugar de calma y aprecio.
Restaurando la calma aprendiendo de la naturaleza
Estos ejercicios de meditación para la playa son solo un par de opciones que puedes elegir para aprovechar la calma y el poder curativo de la naturaleza. Simplemente puedes salir a caminar por la playa o jugar un poco en el agua.
El objetivo con los ejercicios de meditación en la playa debe ser establecer una conexión entre la naturaleza y nosotros mismos, y comprender mejor nuestro papel en ella.
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